Colico del Lactante Tratamiento
EL COLICO DEL LACTANTE TIENE TRATAMIENTO: MÉTODO RUBIO PARA EL TRATAMIENTO DEL CÓLICO DEL LACTANTE
Para esos procesos dolorosos que algunos bebés sufren durante sus primeros meses de vida, el método Rubio aporta una solución. Se trata de un protocolo de tratamiento para el Colico Lactante de forma manual, a través de la aplicación de osteopatía visceral, de gran eficacia y efecto prolongado.
DESARROLLO
Se ha desarrollado basándose en la experiencia y la observación del trabajo, por parte de profesionales especializados, con más de 3000 bebés durante más de once años, obteniendo un resultado de mejoría o desaparición de los síntomas superior al 90%.
EN QUÉ CONSISTE EL TRATAMIENTO
El Tratamiento del Colico Lactante Método Rubio es un trabajo manual blando, delicado y suave de elastificación de todo el aparato digestivo.
Para realizarlo se realizan ligeras presiones con los dedos en el abdomen del bebé, escuchando y esperando la respuesta del cuerpo, comenzando desde la zona más superficial hasta la más profunda, avanzando progresivamente hasta conseguir la relajación y elastificación total del intestino.
De esta forma conseguimos activar el tránsito intestinal y el movimiento peristáltico facilitando el funcionamiento correcto del intestino, eliminando la tensión, disminuyendo las posibles retenciones y, por tanto, desapareciendo las molestias que dan lugar al cólico del lactante.
EN CUÁNTAS SESIONES (MASAJES)
Generalmente el tratamiento del Colico Lactante se realiza en dos sesiones: la primera elastificando la zona más externa y la segunda, de cuatro a siete días después, sobre la zona profunda. La duración aproximada del masaje es de 45 minutos, realizándolo siempre cuando el pequeño se encuentra relajado y acompañado de sus padres.
EFICACIA La eficacia del Método Rubio es de un 90%. En nueve de cada diez bebés se consigue una mejoría muy notable de los síntomas e incluso su completa desaparición.
BENEFICIOS SECUNDARIOS
Con el Método Rubio para los cólicos del lactante se consigue de una manera natural una mejoría, tanto en la alimentación del niño, que realiza tomas más correctas y mantiene mejor el tiempo entre ellas, como en el tránsito intestinal y en la evacuación de las heces y los gases, una mayor facilidad para el eructo, y como efecto secundario, aumenta el bienestar general del bebé al aumentar la calidad y el tiempo de sueño.